Que sí, que no, como deshojar una margarita, en eso se ha convertido el comienzo de la Liga. La temporada pasada no empezó cuando estaba previsto porque los señores futbolistas lo impidieron con una huelga que nadie ha aclarado si aparte de complicar el calendario como lo hizo sirvió para conseguir alguna reivindicación que no fuera que querían cobrar más. Pues a punto de comenzar la de este año, son los clubes y otra vez por problemas de dinero los que han tenido en jaque que el sábado salten al campo los futbolistas que diputen la primera jornada de Liga. Pero parece que ha habido fumata blanca, aunque con reparos.
El fin de semana habrá partidos, pero la amenaza de trece clubes de Primera, entre ellos la Real, sigue en el ambiente y quién sabe cuándo volverá a irrumpir a lo largo del campeonato. O sea, empieza el baile pese al cambio de pareja, pero la novia dolida no parece dispuesta a que los nuevos amores prosperen.
En lo que se refiere a la Real y su equipo, nos toca un arranque fuerte, pero dicen muchos que pillarles descolocados es más fácil al principio que cuando les centre la competición. Pues allá vamos, y digo vamos porque parece que finalmente las radios recuperamos nuestra opción de entrar en los campos, pagando algo, pero nos acreditarán y eso es un alivio, ha sido una temporada absurda y con unas condiciones de retransmisión que no merecen los oyentes. Como si el fútbol no tuviera deuda con lo que le ha ayudado la radio a generar el seguimiento que tiene.
Noto a Montanier inquieto, echa el freno a euforias, pero tiene que entender que estamos con ganas de pasar una tenporada divertida, lejos de aquellos apuros que otras veces nos han tenido acongojados. Si de verdad ésta es mejor plantilla como les escucho, que menos que esperar que nos vaya mejor.
Empezemos, llega la hora de la verdad y en ella nos enfrascamos. Suene la música… gol, gol, gooooooooooool.