La suerte está echada. Aunque le ha costado salir a la palestra, la Unión Ciclista Internacional no ha tenido otra que admitir que el informe de la USADA aportaba datos suficientes como no hacerse lo locos y lo que tenía que llegar terminó por producirse y como suele ser en estos casos, una vez echados a la piscina lo hacen hasta con palabrería incluso por encima de lo que hasta ahora se ha menejado. Oir al presidente de la UCI lo que dijo de Armstrong es muy fuerte, sobre todo si se confirme que quien le precedió en el cargo aceptó un soborno para no declarar el resultado positivo del tejano en el prólogo del sexto Tour que ganó.
Poco antes de saber la sentencia del primer organismo ciclista mundial, Armstrong insinuó que si le quetaban sus victorias también él sacaría a la luz cosas que han pasado y que iban a sorprender. Pues mañana será tarde porque a estas alturas del partido deberíamos saber eso que han tenido oculto tantos años. Porque lo más lamentable de todo es que el ciclismo sufra este ataque a su línea de flotación tantos años después de haber ocurrido esa cadena de delitos que van asomando gracias a que compañeros del ganador de siete Tours se han decidido a contarlo.
Tampoco yo puedo obviar los extraordinariso momentos que viví a rueda de Arsmtrong en klos Tours que ganó, como viví también muy cerca de Indurain los que se llevó y otros que no llegó a ganar pero que también disputó. Pero eso no quita para que nos parezca justo que paguen los culpables, sobre todo por el respeto que merecen aquellos que siendo sus rivales compitieron en inferioridad y no pudieron agrandar un palmarés que les hubiera ofrecido mayor rentabilidad. El Tour quiere dejar desierto el palmarés y reclama la devolución de los premios. Es incréible la lista de grandes ciclistas que por una vía o por otra se ha sabido que ganaron la prueba gala haciendo trampas. Aunque si te pones a pensar, lo lógico es que si te la vas a jugar lo hagas en una grande, no lo vas a hacer en una carrera del barrio…