He asistido con mucha atención a la rueda de prensa de Philipe Montanier en la víspera del importante partido que la Real juega ante el Málaga y ha habido algunas cosas que me han llamado la atención. La primera es que desde la última vez que estuve en ese lugar para una de las citas semanales del técnico se aprecia una mejora considerable en sus expresiones para definir la situación que maneja. Utiliza palabras que elevan su léxico y demuestran su interés por darse a conocer cada vez mejor. Así que ya no hay excusas sobre el idioma para no entender lo que se le pregunta sobre un asunto tan importante como su futuro en o fuera de la Real.

Acaba de anunciar el club la renovación del director deportivo y, decisión en buena lógica para no cambiar la estructura deportiva cuando se viven los mejores momentos desde aquel subcampeonato tan feliz. Entonces, ¿Cual es el motivo por el que se silencia la renovación de Montanier? El club no quiere entrar en ello, el director deportivo dice que tienen que hablarlo y el entrenador echa balones fuera porque dice no querer distraer la concentración de los jugadores.

La única forma de contrariar a sus chicoahora mismo sería anunciar su marcha, porque conocida la opinión que tienen los jugadores de lo fenómeno que es su entranador sólo le veo cosas buenas a anunciar que seguirá con ellos.  Es más, sería otro empujón moral para el estado de ánimo general, como el mismo Montanier dice haber sido para él y para todos los entrenadores de Zubieta el anuncio de la continuidad del director deportivo.

Pues eso, que no le veo nada positivo a la intriga. Mientras tanto, a ganar todos los puntos posibles y, con Montanier, a la Liga de Campeones.