Los partidos abonados a domingo a mediodía, todos ellos
contra rivales de las parte alta de la tabla se resolvieron de forma
satisfactoria para la Real,
la mayoría por resultado muy ajustado, pero que dejaron los puntos en Anoeta.
Han pasado ya todos los de la primera parte de la clasificación y ahora vienen
los que están abajo, pero no por eso con menos necesidades, porque por salvarse
son capaces de hacer cualquier cosa. Ya lo demostró David Vidal, que instruyó a
los suyos a latigazos para que supieran matar el partido desde que faltaba más
de media hora para acabar. Pero lo cierto es que en ese tiempo casi no se pudo
jugar, porque el partido entró en todo tipo de componendas para terminar con el
marcador con que se había iniciado. Ganar no es nada fácil, se lo pueden
preguntar a Betis y Hércules, que aunque jugaron fuera, no pudieron pasar del
empate, con lo que el resultado de la
Real no deja de ser un mal menor.

La Real,
hay que decirlo claramente, tuvo una primera parte de superioridad y si no se
puso por delante en el marcador fue porque no supo aprovechar alguna de las
cuatro, separemos las cuatro más claras, ocasiones que habitualmente alguna de
ellas suele entrar. La de Griezmann, por ejemplo, con un cabezazo cercano,
servido el balón, cómo no como si tuviera un guante en la pierna, por Xabi
Prieto. El chaval remató alto cuando la grada creyó que el gol estaba allí. El
propio Griezmann tuvo otra con el pie y también Bueno se movió cerca del gol,
no digamos el buen cabezazo de Agirretxe, que sustituyó a su compañero
lesionado, y que el meta Cabrero bloqueó en la misma línea de gol.

En fin, que al descanso llegamos sin demasiados agobios,
alguna ya entrará pensamos todos, porque el Albacete se había limitado a
contener y salvo en los primeros minutos a contemporizar. Una sola vez tuvo que
intervenir en ese tiempo Riesgo, ese sí, en estupenda intervención para evitar
que el máximo goleador de la Liga,
Stuani adelantara a su equipo.

Tras el descanso, el partido varió bastante, sobre todo por
la instrucción de Vidal de impedir que hubiera juego, todo valía con tal de que
pasara el reloj lo más rápido posible y lo cierto es que ya no tuvo la Real tanta facilidad para
llegar, se trompicó, le entró el ansia desmedida y sólo el efecto del simultáneo,
que primero mostró la ventaja del Cartagena en Tarragona y luego su derrota hizo
de bálsamo para una tarde que, después de la costumbre de ganarlo todo en casa,
dejaba en el ambiente las lógicas dudas sobre el estado del equipo para
afrontar el sprint final.

Quedan todavía nueve etapas para llegar a la meta y tres
serán salidas a campos de rivales directos, incluyo al Elche que en aquella
tarde de acumulación de contratiempos fue el único que ha ganado en Anoeta,
mientras los cuatro partidos de casa y las otras dos salidas serán a campos
donde pelean por evitar el descenso que ahora les marca, Real Union y Cádiz.

Puede decirse que es mucha tela la que queda por cortar,
pero si lo es para la Real,
también para los que vienen por detrás, que siguen siendo todos, aunque es
verdad que se está reduciendo el colchón que nos permitía echarnos a la
bartola. Habrá que espabilar, porque ni todos los días son fiesta ni todos los
partidos se ganan solos. Así que…

Ya se sabe que hay un debate establecido sobre quién debe
ser el delantero en punta de la
Real, que si Agirretxe, que si Bueno, incluso los hay que
piden que sea Nsue como en la selección sub-21 el que ocupe el puesto más
cercano a la puerta contraria. Sea como tenga que ser, el uruguayo Carlos Bueno
ha aportado cosas interesantes y su lesión, que pinta para largo, es otra de
importancia para Lasarte. La polémica sobre el que deba jugar estará menos
ardiente, porque todo apunta a que Bueno ya no podrá intervenir en lo que queda
de temporada. Llega pues una oportunidad para que Imanol Agirretxe vuelva a
demostrar que es ese buen delantero que busca el gol y lo encuentra, como
ocurrió en las primeras jornadas de esta Liga. Y si no es él, seguro que Emilio
Nsue estará contento con que le den la oportunidad de demostrar que tiene
olfato de gol. Como siempre, decidirá Lasarte.

Ya lo venimos comentando desde hace tiempo, la Real dispone del mejor trío
de porteros de la categoría y todos ellos lo han podido demostrar. No hay duda
de la categoría de Bravo, luego salió Zubikarai para demostrar también su valía
y el sábado le tocó el turno a Riesgo, que también se lució en un par de
intervenciones para al menos garantizar el punto que a la postre ha sido mayo botín
del que en principio parecía. La derrota del Cartagena y los empates de
Hércules y Betis dejan las cosas parecidas. El domingo vamos a Cartagonova y
Martín Lasarte deberá elegir entre los dos porteros que tiene a su disposición,
porque ya dijo el técnico que ahí tienen tema a debatir internamente durante la
semana. Y sobre el delantero en punta, también hay tema, aunque Agirretxe tiene
ahora mismo más números para ser el “9”
ante el tercero de la Liga.