>

Blogs

Alberto Moyano

El jukebox

Magistral Dylan o la gran ficción

Alberto Moyano

¡La guerra que ha dado el concierto por la paz! Pero bueno, ya pasó. La
pregunta es qué tal estuvo Bob Dylan. La versión oficial hablará una
vez más de artista extravagante, huraño y todo eso, pero genial a la
hora de reinventar su música  y su personaje. Bueno, es una
versión. La otra podría hablar de un grandísimo artista en caída libre,
un artista tan grande que la caída se prolonga durante años y años. Se
podría hablar también de un repartidor de pescado ultracongelado,
magnífico cuando fue capturado pero deslavadísimo tras su larga
estancia en la cámara frigorífica. ¿Puede un concierto ser magnífico a
pesar de carecer de la más mínima emoción? Dependerá de los
espectadores. Es difícil, en todo caso, esquivar la sospecha de que las
actitudes de Dylan y la crítica/público se retroalimentan: cuantos más
elogios desmedidos se le dedican a sus giras, más profunda es la
indiferencia del músico, consciente quizás del lo que ofrece cada noche.
Desde aquí, felicitar a quienes aseguran haber vivido una nueva lección
magistral del músico de Minessota. Los demás se quedan con la sensación
de haber asistido a la gran ficción: un concierto desalmado elevado a
la categoría de obra maestra en un ejercicio de lo que, de confirmarse,
podría ser papanatismo.
En cuanto al público asistente, el habitual baile de cifras. En algunas
webs se puede leer hoy desde primera hora de la mañana que fuentes de
la organización cifran en más de 100.000 los asistentes. Sabe Dios,
pero la superficie ocupada por el público durante la actuación del
músico estadounidense era toda la playa hasta la orilla del mar  y
hasta la cafetería, y toda la barandilla del Paseo de La Zurriola. A
partir de ahí, cada uno puede hacer sus cálculos.


julio 2006
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31