Alberto Moyano
Volvía anoche el programa de Mitxel Ezquiaga ‘Luna llena’ a la parrilla
de Teledonosti y lo hacía con un debate sobre el funcionamiento de los
autobuses donostiarras, protagonizado por el director gerente del CTSS,
Gerardo Lertxundi, y el portavoz municipal del PNV, Xabier
Ezeizabarrena. Este último se ha descolgado este verano con un par de
artículos en prensa en los que, tras aclarar que ni él ni ninguno de
los otros cuatro miembros de su familia utiliza nunca el autobús,
criticaba el déficit que genera la Compañía del Tranvía –7.000 pesetas
por donostiarra y año–. La conclusión del debate de ayer podría
ser que el concejal y su bicicleta se han metido en un jardín sin
bidegorri del que debería salirse lo antes posible.
Ezeizabarrena comenzó ayer reconociendo que el servicio funciona bien
en Donostia y concluyó elogiando los colores de los autobuses ‘ranita’.
Entre medio, su discurso se fue ablandando hasta diluirse como un
azucarillo, básicamente, ante los elocuentes datos aportados por
Lertxundi. A saber: 1) El ratio de utilización de autobuses en San
Sebastián figura a la cabeza entre los países europeos. 2) El número de
usuarios ha aumentado, según los últimos datos. 3) Todas las ciudades
europeas sufragan un défitic en su servicio de transporte público
colectivo.
Como fuera que el concejal que nunca viaja en bus –porque siempre lo
hace andando o en bicicleta– no rebatió ninguno de estos tres extremos,
su discursó se redujo a golpear en vacío. Así, señaló que a diferencia
de Bilbao, San Sebastián no ha conseguido reducciones significativas
del uso del vehículo privado, cosa efectivamente lamentable, pero que
más bien debería llevarnos a reflexionar sobre el sigiloso fracaso del
bidegorri. También defendió, aunque sin mucho convencimiento, la
implantación del tranvía, en contra de los estudios realizados sobre
las ventajas e inconvenientes que conllevaría.
Las llamadas de los espectadores aportaron un poco de minimalismo al
debate de cifras y se saldaron con un 60% de espectadores que
consideran que el servicio de bus funciona bien y un 40% que opina lo
contrario.