Alberto Moyano
Las nominaciones de Pedro Almodóvar y Penélope Cruz a los Globos de Oro
por ‘Volver’ parecen confirmar que la última película del director
manchego circula como una bala por la famosa carretera que lleva hacia
los Oscar. Si en 1982, la estatuilla a la mejor película en habla no
inglesa fue para ‘Volver a empezar’, veinticinco años después la cosa
puede quedarse en ‘Volver’, a secas. Que el título de la película
escogida haya menguado no significa necesariamente que vayamos a menos,
tal y como sostiene Juan Goytisolo.
El tópico dice que Almodóvar gusta más en el extranjero que en su
propio país, lo que explicaría los repentinos ataques de racanería con
los que, desde el punto de vista de El Deseo Producciones, la Academia
Española de las Artes Cinematógraficas otorga los Goya. Como todos los
tópicos, éste también es medio falso. En una proyección de ‘Volver’ en
un cine de Rotterdam hace poco más de un mes, éramos pocos los
espectadores al principio, y sólo uno al final .
Dicen
que el éxito se sustenta siempre sobre un malentendido. Puede que éste
también sea el caso. Hay quien sospecha que los estadounidenses gustan
de las películas de Almodóvar porque ven confirmados en ellas todos y
cada uno de los
tópicos que manejan sobre los españoles, una leve variante de los
mexicanos, según la percepción de los gringos. El personaje redivivo
que interpreta Carmen Maura confirmaría nuestra pasión por la Fiesta de
los Difuntos y el de Penélope Cruz, la dificultad de imitar a Sofía
Loren sin caer en la parodía. Ojo, a la crítica del país de Bush le ha
gustado más que la original.