Alberto Moyano

Un país raptado mediante la hipnosis de sus habitantes fue el retrato de Corea del Norte que Cuatro ofreció anoche en el reportaje ‘Amarás al líder sobre todas las cosas’. El demencial régimen que Kim Jong Il heredó de su padre, Kim Il Song, prohíbe doblar los billetes porque llevan impresa la imagen del líder, mojar los sellos con la lengua por la misma razón o dar la espalda a los omnipresentes retratos del autoproclamado ‘sol del siglo XXI’.

El reportaje, extremadamente interesante, vino, sin embargo, ligeramente lastrado en su credibilidad. Y es que su autor, Jon Sistiaga, lo presentó como el trabajo realizado de tapadillo por un reportero -él mismo- infliltrado en un viaje turístico. Y, por lo visto, Sistiaga no era un caso único. De hecho, la mitad de la expedición eran periodistas de ‘extranjis’.

Pero si ya resulta difícil de creer que un régimen tan paranoico autorice la entrada de extranjeros sin comprobar su identidad mediante un método tan sencillo como consultar sus nombres en Google, más inverosímil resulta que presidente y probablemente único miembro de la Asociación de Amistad Catalano-Coreana, a la sazón, un vecino de Reus, no conozca ni de vista a Sistiaga. “Al final del viaje, una vez superada la desconfianza, los viajeros vamos confesando nuestra verdadera identidad”, contaba el periodista de Irun.

Así, entre ellos había un periodista de ‘ABC’, otro de la revista brasileña ‘Epoca’, un falso empresario, etc. ¿De verdad no conocía a Sistiaga el periodisa de ‘ABC’? Duro de tragar. Por no hablar del interrogatorio periodístico al que, en distintos momentos del viaje, Sistiaga sometía al guía/espía colocado por el régimen y que evidenciaba, por el tono y contenido de las preguntas, su profesión.