Alberto Moyano
Tras una intensa semana de asistir a las presentaciones de la
abigarrada programación de la Feria de Teatro donostiarra, se puede
admitir que todas las obras serán muy originales, pero ha que reconocer
que el contenido de las correspondientes ruedas de prensa se repite una
y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, una y otra
vez, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez…
Si la obra es una pieza infantil, director y actores dicen: «Los niños
disfrutan, pero los que mejor se lo pasan son los padres».
Si es una comedia: «Nuestra mejor recompensa es ver cómo se ríen los espectadores».
Si es un número de acrobacia: «Nuestra mejor recompensa es ver el rostro de asombro de los espectadores».
Si es de sketchs: «Adaptamos los chistes según el lugar en el que
actuamos. Por cierto, los vascos tenéis mucho sentido del humor».
Si es un drama: «Lo bueno de la obra es que te da mucho que pensar una vez concluida la función».
Si es de evasión: «Lo bueno es que el espectador no tiene que pensar».
Si es de danza: «No nos gustan los géneros puros, sino que preferimos la fusión»
Si es una obra tradicional: «Y lo mejor es que cada función resulta
única porque siempre suceden cosas imprevistas que la hacen diferente».
Si es una modernez: «Es que nos gusta derribar la barrera entre artistas y público».
Si no tiene argumento: «No nos gusta darle todo mascadito al espectador; preferimos que cada uno haga su propia interpretación».