Alberto Moyano
Martin Berasategui se asomaba ayer a las páginas de ‘El País Semanal’
en una entrevista realizada por Juan Cruz para recordar cuánto aprendió
de su madre y de su tía en el Alejandro, la gran suerte que tiene de
vivir en San Sebastián y lo importante que es en la cocina la calidad
del producto.
La entrevista, rica en grasas saturadas, ofrece un retrato inhumano del
cocinero donostiarra por cuanto le estallan las costuras de tanta
bondad, humildad y saber hacer concentrados en una sola persona. El
gran Martin se corona una vez más como Superkoxkero, abruma en su canto
a las glorias de la institución familiar –suegra incluida–, y responde
de forma perfectamente ininteligible cuando la palabra «País Vasco»
sale a relucir.
Por supuesto, también tiene palabras de elogio para sus compañeros de
profesión – ¿colegas?–, cuya relaciones califica de «superbuenas»,
expresión que en este caso suena igual que el «superinocente, señoría»,
con el que Rafa Zohuier se declaró en el juicio del 11-M . El juez
replicó que sobraba el «super». Pues eso.