Alberto Moyano

El Santuario de Arantzazu, la Ermita de La Antigua, el Sagrado Corazón de Urgull, el Paseo de La Concha, la Basílica de Loyola, el casco histórico de Hondarribia y el Peine del Viento son las siete maravillas de Gipuzkoa, de acuerdo con los lectores de DV que han emitido un total de 10.254 votos.

Traducido al terreno de los perfiles, esto quiere decir que los gustos generales se inclinan por las construcciones humanas por encima de los paisajes naturales, mejor si son de carácter religioso que civil o militar y, por supuesto, de acceso gratuito. Por insólito que parezca, en la lista no figura restaurante alguno.

Las siete menos votadas han sido, en orden decreciente: la Iglesia de San Salvador de Getaria, Conjunto Monumental María la Real, Plaza de Gipuzkoa y Palacio Foral, Santuario de Dorleta, Torre Luzea, Plaza de las Constitución y Aquarium.

Por el medio se han quedado algunos cascos históricos (Mutriku, Pasaia, Arrasate, Segura), el Victoria Eugenia y el Hotel María Cristina, el Palacio de Miramar, el Ayuntamiento donostiarra, Chillida-Leku, el viaducto de Ormaiztegi y otro buen puñado de ilglesias (El Juncal, Santa María de Deba, la basílica de Santa María, San Pedro de Zumaia, San Salvador de Getaria…)

La pregunta es: ¿significa algo todo esto?