Alberto Moyano
“¡Jo, que gozada! ya es viernes. Creía nunca llegaba el finde. ¡Qué semana más agitada, por Dios! He tenido que cambiar de gasolina. Ahora consumo de 98 octanos. Riquísima. Pura ambrosía. Además, parece que me estabiliza la badiolina. Ya lo dije cuando lo de Salva: con todos los respetos, pero es que nosotros vamos a otra velocidad.
Por cierto, me lo he encontrado por la mañana. Ese hombre me quiere un huevo. Nos hemos dado un abrazo de la h… Bueno, en realidad, se lo he dado yo. Por detrás. Nos hemos caído y todo. Ahí, en el suelo, forcejeando de emoción. Me recordaba a la escena esa de Bardem en ‘No es país para pijos’ -‘No country for pijo’s men’ o algo sí. Una gozada de título-. Al final, nos han tenido que separar.
Me encanta la peluca de Bardem. A ver si tengo un rato y le llamo para que me la ceda hasta final de temporada. Me imagino en el palco de Anoeta, con la peluca. ¡Jo…! A mi señora como que no le hace, pero le he dicho: ‘¿Quién pone el dinero? Yo, ¿no? Pues eso’. Y lo ha entendido a la primera.
Otro que triunfa por el mundo es Gorka. Supermajo. Se ha ido a Zaragoza de segundo de Irureta. Un tío que no tiene miedo a demostrar lo que vale este Gorka. Su tratado ‘Gol de Marcelino: anatomía de las oscilaciones de la barrera basculante conformada por el doble rombo y el triple carrilero’ es una de mis lecturas de cabecera. Lo he acabado siete veces y sospecho que aún se me escapan cosas.
En fin. El domingo, partido. A ver si el lunes me acuerdo de despedir a Joserra. Me lo tengo que apuntar en algún lado, Supermajo. Le pregunté si quería entrenar a la Real y me dijo que sí, que era la ilusión de su vida. Pues misión cumplida. Ya la ha entrenado. Ahora que se vaya a chupar a otro lado. Es que, con todos los respetos, yo voy a otra velocidad.