Alberto Moyano

“Jo, como ando. Desde que me he hecho con la web de la Real tengo un poco abandonado este diario. Ayer me hice la ‘due diligence’ sobre mis primeros dos meses en el cargo y lo titulé ‘Sesenta días y ninguna noche’. No digo más. Mejor sería pescado.

Ya me han acusado de copiar a Sabina. Para nada. Vendedores de humo. En realidad, me he inspirado en eso que dicen de la virgen, de que tiene muchas navidades, pero ninguna noche buena. A mí de Sabina, sólo me gusta ‘Conductores suicidas’ y aquello de “lo nuestro duró, lo que duran dos peces de hielo en un güiski ‘on the rocks'”, pero sólo porque me recuerda a Pako.

Ya lo he dicho: “Estos son los mejores días de la historia reciente”. Por lo menos, de la mía. No me había pasado nunca algo igual. Digo: “Beijing abre nueva terminal de su aeropuerto” y la gente me aclama: “¡Grande, K, eres grande!”. Debe ser eso. O eso, o ellos son muy pequeños.

He cerrado todos los conflictos legales del club. Sólo me queda el de Salva. Ya le he dicho: “Lo que quieras: entradas gratis, camisetas chinas, mujeres, duchas en el vestuario del Sanse… Menos pelas, lo que quieras”.

No obstante, creo que no termino de comunicar bien. Cuando aseguro que “Gipuzkoa entera vuelve a vivir la ilusión de la Real”, digo exactamente eso y remito a la entrada “ilusión” del Diccionario de la RAE. Un poco de calma, por favor. ¿Pero cómo alguien se puede creer que haya gente que vaya a comprar cachibaches de la Real en los aeropuertos chinos? ¿Cómo se puede pensar que vaya a haber tiendas de la Real? En fin.

Tengo que dejarlo. Me reclaman mis quehaceres. absorciones, fusiones, tiendas, fichajes, due diligences, long list, leasing back, t-shirts, duty frees, first fuckings…”