Pekín 2008: sed de champán | El jukebox >

Blogs

Alberto Moyano

El jukebox

Pekín 2008: sed de champán

Alberto Moyano


Una semana llevan en marcha los Juegos Olímpicos de Pekín y, desde un punto de vista puramente patrio, la cosa comienza a oler a chamusquina. En contra de las expectativas previas -ligeramente disparatadas a tenor de los acontecimientos-, el cuello nacional no se encuentra ya doblado por el peso de los metales.


A pesar del apoyo incondicional que desde los mejores sofás de España prodiga la afición -de forma indiscriminada incluso hacia los deportes más minoritarios, de cuya existencia se entera a penas un cuarto de hora antes de que se celebren las semifinales-, nuestras cabezas más prometedoras no terminan de enhebrar la cinta de las medallas.


Que no cunda el pánico, que aún queda mucha tela que cortar. Tiempo suficiente, en todo caso, para que el espectador prosiga su programa plusmarquista de pasividad ante el plasma en lo que ya es una forma extrema de vigorexia contemplativa. 


Y aunque, en efecto, no se está arrasando en el medallero, sí que queda el consuelo de habernos coronado como reyes del “rozó la gloria”, expresión de la que ya hemos tenido ocasión de abusar tanto, que convendría ir barajando la posibilidad de desterrarla en lo que resta de Juegos, en favor de títulares igual de fáciles, pero más innovadores.


Por el momento, la máxima aportación española a la competición se reduce al descubrimiento de que el EPO genera ansiedad, tal y como desmostró en sus propias carnes la ciclista del equipo olímpico que retornó a Madrid antes de dar positivo en el control. Presa quizás de los nervios, el secretario de Estado para el Deporte cayó en la sobreactuación durante la posterior rueda de prensa: “Mírame a los ojos y dí quién te lo dio”. Probablemente quiso enfatizar su disgusto, pero lo cierto es que sonó como si quisiera saberlo para pedirle más. 


agosto 2008
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031