He aquí una breve relación de los líderes mundiales que se han dado cita en Washington para refundar el capitalismo. Tras su lectura, usted casi preferirá que lo dejen como está.

* George W. Bush: el anfitrión. Acude a la cita con esa mezcla de curiosidad y malicia del niño que asiste a los intentos desesperados de su padre por arreglar el juguete que ha roto a martillazos. Su postura ante el G-20 se inspira en una de las enseñanzas que le dejaron los largos años de alcoholismo: nada cura la resaca como un par de ‘bloody marys’. Así, su apuesta para recomponer el capitalismo es más capitalismo.

* Nicolás Sarkozy: es a la cumbre lo que el repartidor de invitaciones a las discotecas. Comparte silla con Holanda, circunstancia que le privará de espacio para, al menos, uno de sus gluteos. Acude a Washington con 2.500 copias del último CD de Carla Bruni, que -a un precio de nueve euros ejemplar- intentará colocar entre colegas, subsecretarios y asesores del resto de los países invitados. De ahí su interés en que cuantos más fueran, mejor.

* Angela Merkel: su desasosiego de los últimos días no responde tanto a la recesión de la economía alemana como a la posiblidad de que el tocara -nunca mejor dicho- sentarse junto a un Sarkozy entregado al sentido del tacto. Finalmente, ha respirado al comprobar que el presidente francés se encuentra en la otra punta de la mesa y que estará además muy ocupado en no ceder un centímetro de silla a la nalga holandesa. 

* Silvio Berlusconi: llega a Washington con 2.500 copias de su último CD, dedicado a la canción popular sorrentina. Aprovechará las pausas de la cumbre para hacerse un retoques estéticos en el quirófano de la Casa Blanca. Ha solicitado que le sienten cerca del presidente brasileño, Lula da Silva -para que le expliqué lo de los injertos de botox a cuenta de la sanidad pública carioca- y frente a Cristina Fernández -para dedicarle sus habituales morritos, sonrisas y, llegado el caso, movimientos de lengua-. En el terreno de lo anecdótico, exige que los camareros sean bien parecidos y estén bronceaditos.

* José Luis Rodríguez Zapatero: Tiene una gran propuesta que hacer para salvar al mundo, aunque teme que siete minutos de intervención no sean suficientes para explicarla. Su plan para limar asperezas con Bush consiste en decirle: “Joder, George, cómo tienes los techos. ¿Quieres que te mande a Barceló? En un visto y no visto te los deja como el cutis del presentador de ‘La noria’, you know. Piénsatelo y con lo que sea me llamas”. Es el único participante en la cumbre contra la crisis para el que ‘cumbre’ es lapalabra clave y ‘crisis’, la excusa.