A la misma hora en la que el lehendakari Ibarretxe ponderaba en Johannesburgo ante dirigentes y empresarios surafricanos las ventajas de invertir en Euskadi, la presidenta de la Comunidad de Madrid reptaba por los mármoles del hotel Oberoi para ponerse a salvo de los disparos. Los hechos han tenido lugar en Bombay, una ciudad presente en el imaginario de la burguesía madrileña gracias al repertorio de Mecano.
Tras su espectacular accidente de helicóptero junto a Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre ha demostrado esta vez la superioridad del pensamiento liberal-conservador frente a otras ideologías izquierdistas y, por lo tanto, caducas. Así, ha actualizado el obsoleto ‘más vale morir de pie que vivir de rodillas’ de La Pasionaria por el centrista ‘más vale huir de rodillas que morir en cualquier postura’.
Su rapidez de reflejos, a la par que el manto protector de sor Maravillas, le ha permitido gatear hasta las cocinas del hotel para posterior y sucesivamente, abandonar primero el establecimiento, después, el país volando, tanto en el sentido literal como en el figurado.
Junto a Esperanza Aguirre se encontraba, entre otros, el alcalde de Majadahonda, quien ya ha aportado su versión de los hechos. “No sabíamos si eran terroristas que iban contra nosotros”, ha dicho Narciso de Foxá, en un rapto de humor involuntario que, sin embargo, abre las puertas a una nueva teoría de la conspiración similiar a la que animó la investigación del 11-M.
El alcalde también ha recalcado que los trabajadores del Oberoi que les llevaron “a gatas” hasta la cocina “no sabían quién era la presidenta”, la cual, “estaba muy tranquila”, circunstancia que para algunos será prueba de temple, y para otros, de psicopatía grave.
Nada se sabe por el momento de los autores de unos ataques simultáneos que han asolado la ciudad india mediante el simple método de disparar a la multitud, lo cual ya da bastante cuenta del mundo tan loco en el que vivimos. Lo único cierto es que cuando una estas organizaciones de zumbados asuma la matanza, las otras sentirán envidia.