Patricia: -Nuestro primer invitado viene de Bilbao. Se llama Iñigo, se apelllida Urkullu, y dice que sus relaciones de pareja atraviesan por dificultdes, pero mejor que nos lo cuente él mismo. ¡Recibamos con un fuerte aplauso a Iñigo!
(Aplausos)
Iñigo: -Hola, Patri. Sí, así es. Juanjo y yo llevamos tres años de convivencia, pero desde el principio, algo falla. Yo he sido honesto y fiel, pero me temo que él no lo ha sido conmigo. Me menosprecia delante de los niños y de los amigos. Yo me hago el tonto, el pelele para que la cosa no estalle y para mantener unida a la familia, pero no se cuánto más podré aguantar. A veces… a veces creo que nunca me ha querido y tengo que hacer verdaderos esfuerzos para levantarme de la cama por las mañanas.
Patricia: -Y dices que te ha sido infiel.
Iñigo: -¡Hombre! Te contaré una anécdota, Patri. El otro día estuvo en un chat que le organizaron en el Kursaal. ¿Y a quién invitó para que le acompañara? A Xabier, su anterior pareja. No te digo más.
Patricia: -Tenemos una sorpresa, Iñigo, porque Juanjo ha querido estar aquí para darte una explicación e intentar arreglar lo vuestro. ¡Recibamos con un fuerte aplauso a Juanjo, nuestro segundo invitado!
(Aplausos)
Entra Juanjo, se sienta junto a Iñigo y le dice por lo bajinis: “Pero, Iñigo, ¿qué hacemos aquí? Te estás poniendo en evidencia. Si tenemos problemas, ¿no podías haber escrito a ‘Esta es mi gente’ que Klaudio Landa presenta en ETB? En casa te mato”.
Patricia: -Bueno, Juanjo, creo que quieres dirigir unas palabras a Iñigo.
Juanjo: -Así es, Patricia. Mira, Iñigo, tú estate tranquilo. Sabes que te quiero, pero tienes que hacer oídos sordos a todos estos comentarios que lanzan los que nos tienen envidia y que sólo buscan separarnos. Tranquilo, Iñigo, voy a cambiar. Esta vez sí. Necesito tu apoyo. Debemos estar juntos hasta el final.
Patricia. -¿Qué te parece,Iñigo? ¿Estás dispuesto a darle una nueva oportunidad?
Iñigo: -Hombre, si se pone así… Sé que en el fondo es bueno, pero yo no puedo continuar como hasta ahora, chupándome el dedo. Le doy de plazo hasta el 1 de marzo. Si no, me vuelvo a casa de mi madre.
Patricia: -Pues nada, majos, abrazaos, daos un beso y el 2 de marzo volvéis para contarnos qué tal os va. Despidamos con un aplauso a Iñigo y Juanjo y recibamos a nuestro siguiente invitado, que vienen de…