“Una vez más, nos vemos obligados a apelar a tu solidaridad para hacer frente a los efectos de una catástrofe humanitaria y, en la medida de nuestras posibilidades, paliarlos. Esta vez no ha sido un tsunami, ni un terremoto, ni un conflicto bélico en algón lugar remoto de la Tierra, sino algo tal vez peor: un cambio de gobierno.

Por tan sólo un euro al día, apadrina un alto cargo de libre designación. Personas como tú y como yo que un día decidieron abandonar sus prometedoras carreras en el sector privado para entregar lo mejor de sí mismos en las tareas públicas, dando rienda suelta a su vocación de servicio.

Ahora, debido a los vaivenes de la caprichosa e indescifrable voluntad popular se ven abocados al desempleo o, peor aún, de vuelta al infierno del funcionariado. Piensa que sólo con una pequeña parte de lo que Euskadi se gasta en lotería navideña se podrían salvar uno o incluso varios departamentos. Un grano de arena no hace una playa pero consulta con tu dermatólogo.

Además, la gran disponibilidad de modelos hace que cuentes con todas las ventajas de los últimos adelantes en materia de selección de embriones. Los hay altos y bajos, calvos y greñudos, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, de ojos azules y también negros, y con tripa, tanto grandes y pequeñas como medianas.

Son seres frágiles, con las defensas por los suelos después de lustros encerrados entre el despacho y el coche oficial, y con todos los síntomas de malnutrición propios de lustros entregando sus maltrechos cuerpos al cultivo intensivo del restaurante vasco de alta gama.

Recuerda: son personas desprotegidas que atraviesan una etapa de gran vulnerabilidad. Sóno necesitan mucho cariño y un euro al día. Para que unos poquitos no tengan que darlo todo, demos todos un poquito. Apadrina un alto cargo. No dejes que Angelina Jolie o Madonna se te adelanten”.