Los encuentros que el lehendakari López ha comenzado a mantener con sus homólogos autonómicos amenazan con derivar hacia una especie de Kamasutra de los afectos bilaterales. Si hace unas semanas, su entrevista con el presidente navarro, Miguel Sanz, se saldaba con un intercambio de caricias en el terreno de la yema de los dedos y […]