Springsteen... ¡Koxkero Súbito! | El jukebox >

Blogs

Alberto Moyano

El jukebox

Springsteen… ¡Koxkero Súbito!

1) Cuenta la leyenda que un joven Bruce Springsteen saltó un día la verja de la mansión de Elvis Presley para conocer a su ídolo y decirle que él también era cantante. La aventura, al parecer, se saldó con algunos golpes por parte de los miembros de la seguridad del ‘rey’ y la expulsión de un magullado ‘Boss’ extramuros. “Poco después -contó Springsteen en su día-, Elvis murió y yo nunca entendí cómo pudo tener un final tan solitario alguien que habían cantando tantas canciones de amor”. Aquel incidente le debió marcar porque a su paso por Donostia ha vuelto a exhibir una insaciable pulsión de contacto humano, como no se veía en una estrella desde al menos los tiempos en los que Ava Gardner pescaba con anzuelo en la Gran Vía madrileña.


2) En su periplo entre San Sebastián y San Mamés -paradójico itinerario para alguien que escribió ‘Es difícil ser un santo en la ciudad’-, el músico no se ha saltado una sola oportunidad de mezclarse con la gente, ya sea en la playa, en la calle, en el bar del campo de fútbol y, por supuesto, durante el propio concierto. Luego, a la hora de comer, ha hecho honor a su fama de ‘héroe de la clase trabajadora’ y ha optado por uno de los restaurantes en los que el chef está trabajando en la cocina. Curiosamente, esto es algo que al parecer no se puede decir de todos.


3) Si algo se ha empeñado en destacar el músico a todo aquel donostiarra con el que ha tenido contacto a lo largo de su estancia es la gran calidad de vida que disfrutamos aquí y el enorme respeto con el que se le ha tratado la gente. Bueno, sin duda, así es, lo que no quita para que el sector más erizado y hostil del electorado donostiarra piense a buen seguro que los menores tutelados son como los agentes de la OTA: nunca están cuando se les necesita.


4) En resumen, que todo ha llevado a algunas voces a identificar en Springsteen al perfecto acreedor al codiciado Tambor de Oro 2010. Y, sin duda, lo es, pero hay que apresurarse. Es urgente ofrecérselo ya, explicarle a grandes rasgos su valor, contarle que hasta Ábrego lo ha recibido y que sólo una mezcla de trabas burocráticas e intereses espurios impidieron entregárselo a La Oreja de Van Gogh. Hay que lograr que acepte y hay que hacerlo rapidillo, antes de que alguien se moleste en explicarle con exactitud a qué obliga tan magno compromiso.


5) En previsión de que el anhelo ciudadano se cumpla, hay que ir pensando en organizarle un programa de fiestas para el 20 de enero a la altura de las circunstancias, que incluya actos emotivos como izada y arriada, y el acto de entrega del galardón en el Ayuntamiento, además de garantizarle su participación en un par de decenas de tamborradas, así como una cena en Gaztelubide para que conozca de cerca a algunos de nuestros mejores ‘hungry hearts’ -bueno, en rigor, un poco más ‘hungrys’ que ‘hearts’-. Si todo sale bien, cuando termine de cumplir sus obligaciones, la expresión ‘lo dio todo’, al menos en lo que se refiere a Bruce, habrá cobrado un nuevo significado. Por lo demás, ¿hay alguien que encarne mejor conceptos como el de ‘olas de energía ciudadana’ o ‘eje tractor’?


julio 2009
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031