La fe en las nuevas tecnologías se diferencia tan sólo un poco de la religiosa. Ambas son ciegas y así como no hay mucha gente que se haya salvado de algo mediante la oración, está demostrado que se podrían llenar varios estadios con todos los que se quedaron fuera de los conciertos de U2 o AC/DC tras apostarlo todo a internet a la hora de adquirir las entradas.

La única opción suele pasar por sumarse con resignado entusiasmo a las pobladísimas y decimonónicas colas de toda la vida, un sistema que, sin embargo, en ocasiones tampoco garantiza nada. De hecho, a los numerosos testimonios digitales depositados a lo largo del día de hoy en diariovasco.com denunciando la indolencia informática de Kutxa se suman otros que aseguran haber vivido en persona un fenómeno sumamente extraño: la evaporación de las entradas para ‘Inglorious Basterds’ dos minutos después de ponerse a la venta, tanto en red como en taquilla.

Si los intentos de compra ‘on line’ se saldaban en el minuto uno con “aforo completo” y en ese mismo momento en taquilla tampoco quedaban billetes, señal de que nos encontramos ante un enigma, según diccionario, “algo muy difícil de comprender o descubrir por lo oculto que está o por pertenecer a algún arcano”. En cuanto a su naturaleza, da igual que sea teológica o informática. Vienen a ser lo mismo.

Por otra parte, quizás todo se reduzca a la confluencia de varios factores. A saber: a) Brad Pitt vendrá, efectivamente, con Angelina Jolie; b) ésta no lo hará sola, sino que a su vez se traerá a la legión de ‘united colors’ que ambos han venido adoptando en los últimos tiempos; c) la plantilla no se da por cerrada, sino que el matrimonio se mantiene abierto a nuevas incorporaciones, sea en régimen de adopción, acogida, cesión o traspaso, sin descartar otros formatos; y d) por alguna razón, todos ellos tienen intención de asistir juntos -qué remedio, siendo tantos- a la inauguración de Zabaltegi en el Victoria Eugenia, así se abarrote el teatro.

Por eso, bienaventurados los huérfanos con entrada para la sesión porque de ella saldrán a lomos de una familia numerosa. De no ser así, prueben con Tarantino, que todo se pega y nunca se sabe.