1) Por inaudito que parezca, ayer a mediodía ya se podía ver por la ciudad a gente con la acreditación colgada del cuello. Los ‘acreditados’ preceden a las estrellas. El objetivo de estos acreditados ‘sobrevenidos’ es, a falta de otras referencias, ser reconocidos como tales. Semejante tradición provoca un fenómeno curioso: la txartela pasa más tiempo sumergida en el zurito e incrustada en pintxos de mayonesa que seca y limpia. He aquí otro vehículo de transmisión de N1H1.

2) Hablando de enfermedades, por la tarde llegó Quentin Tarantino. Sus andares renqueantes, escasa movilidad y cutis cerúleo permiten adivinar que quizás no esté en condiciones de ofrecer excesivas prestaciones. Por decirlo con otras palabras: los niños ucranianos que nos visitan en verano procedentes de la región de Chernobil lucen muchísimo mejor aspecto. Tarantino estrena hoy Zabaltegi los ‘Malditos bastardos’, junto al esperado Brad Pitt.

3) La llegada del actor se producirá esta tarde, sólo, sin mujer, sin niños. Quizás por eso, diariovasco.com ofrece desde ya imágenes de la habitación, y en concreto de la cama, en la que dormirá la estrella. No sabemos que ha de acontecer entre esas cuatro paredes, pero todo esto se parece cada vez más a las previas televisivas de los partidos de Champions.

4) Si las previsiones se cumplen y la meteorología lo permite, las inmediaciones del María Cristina serán escenario hoy de un espectáculo que limita al norte con ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’ y al sur con ‘La cocina de Karlos Arguiñano’. Es más que probable que las recomendaciones sanitarias en torno a la conveniencia de lavarse con frecuencia las manos caigan en saco roto en lo que respecta a los fans que alcancen siquiera a rozar la epidermis del actor.

5) Por lo demás, estamos a apenas unas horas de la inauguración y sin embargo se sigue hablando del presupuesto, el déficit, el gerente y los patrocinios. Un poco de etiqueta, señores, que ya casi estamos comiendo.