Tiger Woods se ha cargado de un plumazo la arraigada superstición puritana en torno a los supuestos efectos benéficos del deporte, no ya para el cuerpo, sino también para el espíritu. En realidad, lo ha hecho con un par de golpes magistrales. El primero fue permitir que se destapara su atribulada agenda erótico-emocional, un ejemplo […]