Informe enviado por uno de nuestros agentes apostados en uno de los aeropuertos más transitados de Oriente Medio:

“Aquellos tres individuos, que han partido esta mañana en vuelo hacia Hondarribia, resultaban sospechosos a primera vista. Dos de ellos eran individuos caucásicos cuyas largas barbas delataban su obediencia talibán, mientras que el tercero era un sujeto de raza negra, probablemente somalí, dijera lo que dijera su pasaparte.

Precisamente, sus documentaciones aparecían absolutamente atiborradas de visados de entrada y salida de los más diversos países de los cinco continentes, aunque curiosamente, siempre fechados a principios de enero (*investigar qué hacen el resto del año. Probablemente, vivir en la clandestinidad).

Viajaban con numerosos sacos cuyo contenido apenas alcancé a vislumbrar, a resultas de lo cual, puedo asegurar que uno de ellos iba hasta los topes de carbón.

En el mostrador de la compañía aérea -que era Air Comet y éste es sólo el primero de los datos sospechosos-, insistieron en que les pusieran a los tres juntos y, a la vez, a los tres en ventanilla. Informados de la imposibilidad de compatibilizar las dos exigencias, respondieron que no importaba, que eran magos.

Como quiera que por encima de sus cabezas portaban una estrella luminosa, se les recordó la obligación de apagar cualquier aparato eléctrico durante las maniobras de despegue y aterrizaje, lo cual prometieron cumplir, aunque torciendo el gesto.

Tras recoger sus tarjetas de embarque, se dirigieron hacia el escáner, en donde fueron preguntados sobre paquetes alargados que portaban en el interior de sus rectos. Contestaron que eran plátanos. ‘De Lidl -dijeron-. Nuestros camellos no quieren otros’.

He aquí el segundo misterio. Dos de los individuos viajaban acompañados de sus respectivos camellos, aunque estos últimos eran titulares de sendos billetes business class. El tercero lo llevaba consigo, inisistía que en calidad de equipaje de mano.

Satisfechos por las explicaciones, los agentes de aduanas les dejaron pasar, no sin antes incautarles en el cacheo cierta cantidad de material pirotécnico.

Por todo esto, remito el presente informe e insto a las autoridades correspondientes a estrechar la vigilancia en el lugar de destino, ante la posibilidad de que planeen algún tipo de acción de propaganda en la noche del día 5 o a lo largo del día 6″.