Compareció el director de Infancia y Juventud de la Diputación Foral de Gipuzkoa, José Ignacio Insausti, en el ‘Más que palabras’ de Radio Euskadi el sábado pasado para dar cuenta de la decisión de eliminar, primero, y de reducir, después, el programa Gaztemaniak!, pero sus explicaciones, lastradas por la desubicación que sufre esta programación musical, se boicotearon las unas a las otras.
Por qué motivo Gaztemaniak! se encuadra en el mismo departamento que se ocupa de la protección a los niños maltratados es un misterio insondable, probablemente de la misma naturaleza que aquel que permitió al disco de Kepa Junkera recibir una subvención de la Consejería de Vivienda (por un monto que garantizaría la pervivencia de Gaztemaniak! a nuestros nietos, dicho sea de paso). En esta línea, se recomienda que Tabakalera-Fábrica de Cultura pase a depender del Departamento de Industria.
Víctima de este desajuste, Insausti puso todo su empeño en ilustrar las dificultades presupuestarias que arrastran todos los departamentos forales, entre ellos, el suyo, y explicó que, puesto a tomar decisiones, su deber es responder a la creciente demanda de acogida de menores -especificó que no extranjeros-, aún a costa de penalizar otros programas de “ocio”.
El argumento es impepinable, salvo por el hecho de que puestos a competir con la atención a la infancia más necesitada, sucumbirían no ya todos los festivales, certámenes e iniciativas culturales forales, sino incluso la propia existencia del Departamento de Cultura.
El de la ubicación de Gaztemaniak! no fue el único misterio que quedó flotando en el aire. De hecho, los algo más de 20.000 euros en que Insausti cifró el presupuesto de esta programación cultural resulta a todas luces diminutamente inaudita, por mucha colaboración municipal que encuentre la organización de los conciertos.
Quizás la solución a todo este follon pase por trasladar la competencia sobre menores a manos del Departamento de Cultura. Seguramente tampoco habrá presupuesto disponible, pero al menos igual les consiguen un par de entradas para U2.