Las cámaras de comercio y dieciocho grandes empresas han lanzado una campaña publicitaria para que el país recupere la confianza en sí mismo, recupere los valores que le han hecho grande y, en definitiva, los ciudadanos retornen a su antigua condición de consumidores.
Una vez más, lo disparatado de las ocurrencias da la auténtica medida de la gravedad de la crisis. El eslógan elegido es “esto lo arreglamos entre todos”, la última frase que, si no pronunció, al menos sí pensó el capitán del ‘Titanic’ al contemplar la notable vía de agua que se colaba en el barco. Aquí cabe consignar que hora y media después yacía en el puente de mando con un disparo en la cabeza.
A lo que íbamos: La iniciativa debe entenderse como una respuesta a otra, no explícita, pero real y que se podría denominar “esto lo fastidiamos entre algunos pocos”.
“Estoloarreglamosentretodos.org” ya ha sido leída en clave de apoyo a Zapatero por los más incisivos analistas de la derecha, no en vano ese “todos” ha sido entendido de forma unánime como un sustitutivo de PSOE y PP, básicamente.
Más dudas despierta el término “esto”. ¿A qué se refieren los hermanos Gasol? Su situación es tan envidable como puede ser la del jurista Antonio Garrigues Walker, el economista Guillermo de la Dehesa y el político Miguel Roca Junyent, todos ellos portavoces del invento.
Sin embargo, es el “entre todos” el punto por el que se desangra la frase, quizás redonda en el caso de otro país, pero una quimera en el de éste. Aquí, ni en lo bueno, ni en lo malo, absolutamente nada se hace entre todos.
De hecho, recuperaríamos mucho más la confianza si la campaña estuviera presidida por frases del tipo “esto lo arreglamos contra todos” o incluso “esto lo arreglamos pese a todos”, siendo otra vez “todos” en ambos casos PSOE y PP.