Aunque la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, y otros cargos populares se han pasado el fin de semana repartiendo en Badalona un tríptico racista, lo cierto es que se trata de un comportamiento estrictamente individual que en modo alguno puede hacerse extensible al conjunto de esta minoría.

Es tarea de toda la sociedad erradicar de nuestras calles este tipo de comportamientos incívicos, pero sería injusto estigmatizar a todo el colectivo de dirigentes ‘populares’ a cuenta de las actitudes xenófobas de un reducido grupo que, por lo demás, está presente en todos los ámbitos y estamentos de nuestra sociedad.

Vivimos una época de cambios que afectan a nuestro marco de convivencia. Las políticas de integración de líderes del PP no deben perder de vista el hecho de que tan sólo son impresentables unos cuantos elementos aislados, mientras que la mayor parte de ellos son personas honradas que llegaron al partido con una mano delante y otra detrás, en busca de un futuro mejor que en otras formaciones políticas se les negaba. 

Y es que, en el fondo, es más lo que nos une que lo que nos separa y a poco que rasquemos un poquito, comprobaremos que los altos cargos del PP son personas muy parecidas a nosotros, con los mismos anhelos y esperanzas, y los mismos desvelos y preocupaciones, aunque con otros valores, ligeramente pintorescos, sí, pero que, en el fondo, enriquecen nuestra paleta de colores.

Es en estos casos cuando las sociedades modernas como la nuestra deben dar la verdadera talla, implementando políticas de integración mediante ayuda psicológica, talleres multiculturales y cursos de aprendizaje que ayuden a estas personas a superar sus obsesiones identitarias.

Conseguir que semejantes energúmenos se atengan a comportamientos homologables a los del resto de la ciudadanía constituye un reto del que no podemos ni debemo abstraernos. Su recuperación es tarea que nos atañe a todos. Será una labor larga y complicada, pero que debemos acometer sin más demora. Mirar hacia otro lado es siempre la peor opción. Atajemos el problema ahora que aún está en estado embrionario y antes de que se extienda. Es tarea de todos.