Quién hubiera podido sospechar que apenas nos sacudiéramos de encima las novenas por la salvación de nuestras almas ya tuviéramos que lidiar con quienes desean hacer lo propio con nuestros cuerpos. O quizás era inevitable, quién sabe. Se consolida e incluso gana fuerza la tendencia santurrona contra los anuncios de contactos en prensa y lo hace […]