1) Siguiendo la estela de los grandes estadistas, Patxi López se tenido que ir a Nueva York para abordar de frente el conflicto político vasco, entendido éste tanto en su sentido amplio como en el doméstico, cuya manifestación más cruda se traduce en los frecuentes desencuentros que mantiene con el presidente de su propio partido, Jesús Eguiguren. A quienes acusan al lehendakari de escapismo cabría recordarles que también Carla Bruni acaba de dar a luz, sin que el viaje de Sarkozy a Alemania haya vacilar a la cantante. A veces, poner distancia entre uno y sus problemas es la mejor forma de poner distancia entre uno y sus problemas.
2) Antes de su declaración unilateral de alto el fuego de esta noche, Eguiguren había reprochado que el lehendakari no se hubiera “quemado” por la paz en Euskadi. Desde Nueva York -en euskera, New York-, un López acompañado de la inevitable guardia pretoriana de cocineros vascos demostraba su impermeabilidad a los estragos de la neolengua gastronómica y replicaba que los socialistas vascos “siempre nos hemos achicharrado”, cuando lo más adecuado hubiera sido recurrir a expresiones de uso común, como “caramelizado por la paz” o incluso “liofilizado por Euskadi”. Se mire como se mire, la frase “los socialistas vascos siempre nos hemos emulsionado”suena igual de contundente, pero mucho más ‘fashion’. El recurso al verbo ‘achicharrar’ se antoja incompatible con el “Euskadi, saboréala’.
3) A los seis ‘facilitadores’ que se reunieron el lunes en el Palacio de Aiete se les suman ahora Jimmy Carter, el senador George Mitchell y Tony Blair de las Azores. Si admitimos la versión circulante de que todo esto lo paga ETA, habrá que aceptar que la organización aún armada exhibe una envidiable disponibilidad en materia de liquidez. ETA está derrotada, pero podrida de dinero. No sería de extrañar que antes de proclamar su disolución, anunciara el rescate de Grecia.
4) En cuanto al “comunicado inminente”, tal y como su propio nombre indica, no termina de llegar. Por de pronto ya se ha zumbado ya las predicciones de Pedro J. Ramírez, que lo vaticinaba para ayer. No obstante, ¡qué es otra raya en la piel de un tigre!, a la postre, periodista de raza que aún coquetea con las distintas opciones que ofrece la ficción para conectar los atentados del 11-M con el restaurante Faisán -otra vez los cocineros por medio-.
5) Para los amantes de las señales ocultas, recordar que en apenas hora y media el Gobierno Vasco anunciará los ganadores de los Premios Euskadi de narrativa en castellano y euskera, y en las modalidades de literatura infantil y juvenil. Si alguien decide contraprogramar con un comunicado escrito, que sepa que se arriesga a convertirse en víctima de una infinita variedad de chanzas más o menos atinadas. Casi mejor grabar un vídeo y esperar a que se fallen los Gure Artean.