El arte de ser un buen anfitrión no consiste tanto en saber recibir a las visitas como en saber despedirlas. En este sentido, Donostia ha fallado en el tratamiento que requería la apuesta de El Sol por el formato de subasta a la hora de escoger la sede de su Festival. El resultado es que […]
El arte de ser un buen anfitrión no consiste tanto en saber recibir a las visitas como en saber despedirlas. En este sentido, Donostia ha fallado en el tratamiento que requería la apuesta de El Sol por el formato de subasta a la hora de escoger la sede de su Festival. El resultado es que […]