La multitudinaria manifestación que el sábado recorrió las calles de Bilbao fue colosal como movilización social en favor de los presos, pero insignificante en el problemático contexto de problemas que acucian a los gobiernos español y francés. Corren malos tiempos para pedir lo imposible; resulta mucho más práctico exigir directamente lo inverosímil, como las directrices […]