El último país europeo en el que gobierno y ciudadanía actuaron al unísono fue aquella Grecia pre-intervenida en la que los contribuyentes se entregaron al fraude masivo y el ejecutivo, a la falsificación de las cuentas públicas. Desde entonces, ningún dirigente político ha conseguido sincronizarse con su pueblo, ni viceversa. Asistimos a una suerte de […]