… pero como carezco de oído musical no dije nada.
Después prohibieron la entrada de las radios en los estadios, pero como estoy abonado a Canal Deportes, Eurosport y GolTV, pues como que tampoco se me ocurrió abrir la boca.
A continuación prohibieron fumar en el Nou Camp, pero entre que no soy socio y que el Barça juega muy bien, lo dejé pasar.
Más tarde ficharon a Mourinho, pero como no soy Karanka no me di por aludido.
Entre una cosa y otra, se vinieron arriba e incluso llegaron a organizar ni más ni menos que encuentros amistosos de Amigos de Zidane contra Amigos de Ronaldo, pero con hacer que no te habías enterado, cuestión resuelta.
No se quedaron ahí: ante nuestra pasividad como sociedad, un día anunciaron que el rey no acudiría a la final de la copa que lleva su nombre, pero como a Corinna no le gusta el fútbol, hicimos que lo comprendíamos.
Y ya crecidos del todo, nos dijeron que en su lugar iría el príncipe, pero siguiendo “el ejemplo impagable de la reina”, nos callamos como p…, bueno, dejémoslo en que callamos.
Y ahora Esperanza Aguirre pide que el partido se juegue a puerta cerrada, pero como no tengo entrada, lo dejaré pasar.
Cuando vengan a por mí para obligarme a hacer deporte, ya no habrá nadie más que pueda para protestar.