1) Adoptar durante toda la semana y de forma indiscriminada el plural mayestático en cualquier ámbito de la vida: “Somos los primeros en conseguirlo”, “nadie juega como nosotros”, “somos leyenda”, “hoy no nos apetece ir a trabajar” o “nos negamos en redondo a sacar de paseo al perro”.
2) Lanzar una pantalla de plasma por el balcón cada vez que Manu Carreño diga eso de “si estamos soñando no queremos despertarnos”. Si aún así persevera, enviarle de ponente a una asamblea de los ‘indignados’.
3) Cada vez que Rajoy recuerde que “yo ya estuve en Viena hace cuatro años”, poner la escena de la noria del Prater de ‘El tercer hombre’ y cuando añada “… y en Johanesburgo hace dos” interpretar la integral de Mike Olfield a la vuvuzela.
4) Animar un poco las redes sociales hackeando la cuenta de Arnaldo Otegi y haciendo que tuitee una y otra vez su frase de la suerte: “Sonreid, estamos ganando”. Aguardar unos segundos a que se monte la pirula.
5) Dejar que la prima de riesgo se dispare y la Bolsa se desplome, recordando que el rasgo que verdaderamente nos define y por el que se nos recordará es la posesión de balón.
6) Apenas Reina empiece a bramar sus chistes de “¡¡¡Camarero!!! subir al escenario al tal ‘Katxuli’, con amplia experiencia en el sector e insigne representante del gremio. Así aprenderá.
7) Tener un momento para el recuerdo de todas aquellas generaciones de españoles que nos precedieron sin pasar por el trago de conocer la versión exultante de ‘Manolo del del Bombo’.
8 ) Escuchar atentamente las emotivas palabras de Felipe de Borbón y asumir con resignación que llegará un día en el que el discursos de Navidad será aún mucho peores que los que hemos conocido hasta el momento.
9) Recordar que todo buen español sabe que el juego del Barça resulta aburrido de tan perfecto, mientras que el de la selección española te conduce hasta el éxtasis por el mismo motivo.
10) Enorgullecerse enormemente de que entre los campeones de todo lo ganable haya un futbolista guipuzcoano y entre los comentaristas de Tele 5, ni uno solo.