La decisión del Gobierno de ahorrar un poco más mediante el sencillo sistema de privar de la renta activa de inserción (426 euros) a los parados de larga duración que viajen al extranjero, sea cual sea el motivo alegado y la duración de la estancia, brinda múltiples posibilidades a las imaginaciones más desbocadas. La mía lo es. Aquí van diez casos harto improbables:
1) Una víctima del terrorismo en paro es invitada a un congreso internacional de víctimas del terrorismo en, pongamos, Estrasburgo y acepta asistir. Pierde el derecho a cobrar la renta activa de inserción.
2) Los vaticinios de algunas asociaciones de víctimas del terrorismo se cumplen y ETA vuelve a matar. Un amenazado decide disfrutar de un fin de semana sin escoltas en, pongamos por caso, Hendaya. Pierde el derecho a cobrar la renta activa de inserción.
3) Un parado de larga duración viaja a Washington por si algún ciudadano español con residencia en la capital estadounidense, problemas con la justicia a causa de varios delitos económicos y diversas cuentas varias en paraísos fiscales requiere de los servicios de un testaferro. Pierde el derecho a cobrar la renta activa de inserción.
4) Un parado de larga duración es descubierto fumando a la vista de todos en una salón de juego de Eurovegas. En España no se puede fumar en espacios públicos cerrados, ergo está en el extranjero. Pierde el derecho a cobrar la renta activa de inserción.
5) Un enfermo desempleado decide pagar con la misma moneda a los ‘guiris’ que abusan de nuestra generosa Sanidad practicando el ‘turismo sanitario’ y decide operarse en el extranjero. Pierde el derecho a cobrar la renta activa de inserción. No digamos nada si marcha a EE UU a tratarse de un cáncer, con todos los gastos a cargo de un familiar. Con el tiempo, también habrá ocasión de hablar del probable regreso de aquella atávica tradición de viajar a Londres para abortar.
6) Iniesta invita al parado de más larga duración de su pueblo a asistir a la final del Mundial de Brasil. El parado acepta encantado y pierde de inmediato el derecho a cobrar la renta activa de inserción. No obstante, ni siquiera así consiguen sofocar sus gritos de “yo soy español, español, español…”
7) A un desempleado le toca en el supermercado un viaje por el litoral español a bordo de un lujoso navío de Costa Cruceros. El capitán invita al puente de mando a unas señoritas, una cosa le lleva a la otra y ésta, a despistarse adentrándose en aguas internacionales. El parado recibe a bordo un fax en el que se le informa de que ha perdido el derecho a cobrar la renta activa de inserción.
8 ) Las farmacias de Irun se quedan sin preservativos durante sus dicharacheras fiestas patronales. Un parado de larga duranción pasa a Hendaya para adquirir un pack de tres. Pierde el derecho a cobrar la renta activa de inserción. Que hubiera esperado a mañana para comprar la píldora del día después.
9) Un gallego en el paro pasa el sábado por la mañana a Portugal para comprar algunas toallas baratas. Pierde el derecho a cobrar la renta activa de inserción.
10) Un comando yihadista secuestra y desvía a Yemen un avión español con varios parados a bordo. Todos ellos pierden el derecho a cobrar la renta activa de inserción.
11) Un patriota español en el paro cruza la verja de Gibraltar para hacer ondear en lo alto del Peñón la bandera rojigualda. A su regreso, la Guardia Civil le informa amablemente que se le ha retirado el derecho a percibir la renta activa de inserción.
12) Un parado madrileño llega a Donostia y nada más bajarse del tren se encuentra con una pintada mural de cuatro metros de ancho por ocho de alto en la que se puede leer con toda nitidez “Esto no es España, ni Francia”. Sin más dilación, escribe al Ministerio para renunciar al cobro de la renta activa de inserción.
*Y todo este control sobre quién entra y quién sale de España lo va a llevar a cabo un país en el que un pederasta puede fichar todos los meses en el primer piso del juzgado, mientras a escasos metros se dicta orden de búsqueda y captura en su contra. No me digan que no es la monda.