1) Aunque aparecieran cuentas en el extranjero con una fortuna injustificable a nombre del rey, monárquicos y ‘juancarlistas’ unirían sus voces para defender la inocencia de su majestad: “No estaba al tanto de esos tejemanejes”. Y cuando el propio monarca reconociera que sí lo estaba, alegarían con vehemencia que, en todo caso, se la ha ganado con creces.

2) Aunque la princesa de Asturias se sometiera a una invasiva cirugía facial, los mismos que siempre alabaron su insuperable belleza matizarían que ahora está aún más guapa. En el caso de que fuera la infanta y no hubiera lugar a hablar de belleza, exaltarían su elegancia sin par. Y si no fuera elegante, su distinción; y si no fuera distinguida, su saber estar; y si no supiera estar, su discreción.

3) Aunque Ruiz Mateos estafara a medio país a lo largo de un cuarto de siglo, siempre encontraría nuevos incautos que invertirían sus ahorros en Nueva Rumasa IV o incluso en Nueva Rumasa V. Y una vez estafados estos, seguiría encontrando otros nuevos listos para entregar sus ahorros a una Nueva Rumasa VI, VII, VIII o IX.

4) Aunque España alcanzara la cifra de diez millones de parados, seguiría habiendo gente, mucha gente firmemente convencida de que el Gobierno está desarrollando la mejor de las políticas económicas. Y aunque se privatizara toda la sanidad y la educación al completo, no faltarían quienes apostarían su vida y patrimonio a que las dos siguen siendo públicas, universales y gratuitas.

5) Aunque Paul McCartney demostrara con documentación irrefutable que Yoko Ono no fue la responsable de la disolución de los Beatles seguiría habiendo fans convencidos de que los cuatro miembros de la banda se llevaban de maravilla antes de la aparición de la japonesa y de que al grupo aún le quedaba mucho por decir.

6) Aunque el pelotón ciclista al completo diera positivo en todas y cada una de las carreras, y aunque todos y cada uno de los campeones olímpicos confesara abiertamente la ingesta de sustancias prohibidas, los telespectadores seguirían comprando a sus hijos la camiseta del más glamouroso de los farsantes, aferrados al convencimiento de que la alta competición es la mejor escuela de conducta para la infancia y la juventud porque les mantiene alejados de las drogas.

7) Aunque jamás vuelva a fluir un euro de préstamo bancario, siempre surgirá alguien que insista en que es necesario entregar más fondos milmillonarios a las entidades de crédito porque “son la sangre que hace funcionar el sistema”.

8 ) Aunque no vuelva a crearse un solo puesto de trabajo, siempre habrá fervientes defensores de que la recuperación está a la vuelta de la esquina y de que en España pronto volverá a llegará a disfrutar del pleno empleo. Y nunca cesarán de recordarnos cuán agradecidos debemos estar a los emprendedores, que son quienes generan la riqueza de un país, al contrario de los trabajadores, ese lastre.

9) Aunque no se conozca un solo caso de alguien al que le haya servido de nada un libro de autoayuda -como lo demuestra el hecho de que todos sus lectores del género se hayan convertido hace lustros en adictos-, nada les persuadirá de que mañana seguirán siendo igual de neuróticos y desdichados.

10) Aunque el Papa anunciara con sincera solemnidad que Dios nos existe, las muchedumbres seguirían considerándole su representante en la Tierra y lo que es peor, le obligarían a seguir ejerciendo como tal.