El ex presidente del Gobierno José María Aznar presentó ayer su libro de ‘Memorias’ en el que, partiendo de hechos reales, se adentra en los caminos de la ficción hasta rubricar la versión ‘think tank’ de ‘El señor de las moscas’. De lo que ha trascendido hasta el momento, se deduce que el ejercicio literario contiene todos los ingredientes propios de un best-seller: mentiras trepidantes, memoria reconstructora y una infinita capacidad para convertir las situaciones más intrascendentes en momentos de enorme tensión. Para escribirlo, Aznar ha tenido que emular a Félix Baumgartner, pero a la inversa: si éste saltó de la estratosfera a la Tierra, Josemaría no ha duda en propulsarse de la Tierra a las capas superiores de la atmósfera, allá donde el oxígeno escasea.

Durante la presentación, dijo Aznar: “«No siento melancolía; si hubiera querido seguir mandando me habría quedado”. La pregunta es: ¿en dónde? Porque las elecciones de marzo del 2004 las perdió estrepitasamente por mucho que Rajoy ejerciera de persona interpuesta. Precisamente, de Rajoy dice: «Excepto su mujer, la persona que más ha deseado que Rajoy triunfe he sido yo, y la única que no va a pedirle nada». Esta frase abre un cisma inquietante en el matrimonio Rajoy. Y a continuación, se adentra de lleno en el ámbito del humor: «Los nacionalistas son, en líneas generales, malos gobernantes”. Olvidó añadir que en líneas generales o incluso absolutas, le ganaron todas las elecciones en sus respectivos territorios, llevando a formaciones como el PNV o ERC a resultados electorales que aún no han conseguido repetir. Y en un rapto de generosidad que le retrata a la perfección, el hombre que gobernaba el país que sufrió el mayor atentado de la historia de Europa resta importancia a los intentos de ETA de matarle y rehúsa abundar en las circunstancias en las que se produjeron: “Son gajes del oficio”. Estamos hablando, en definitiva, de un estadista que, en trance de estrellarse el avión en el que volaba, instó al rey a rescatar su cuaderno azul de entre los restos del fuselaje, ignorante quizás del hecho de que una cuartilla de hojas no disfruta de las mismas propiedades ignífugas que una caja negra, pero qué le vamos a hacer.

En el terreno del chascarrillo, apuntar que la presentación de las obras completas de Aznar vino a tirar por tierra las teorías del doctor Lombroso que Arturo Fernández ha trasladado del ámbito criminal al terreno de las manifestaciones. Llevando a hombros a José Mari, estuvieron nada menos que Mariano Rajoy, Rodrigo Rato, Pedro Morenés, Jorge Fernández Díaz, Alberto Ruiz-Gallardón, Ana Pastor, José Manuel Soria, Eduardo Zaplana y Josep Piqué, todos ellos coreografiados por Carlos Herrera. Vamos, lo que se dice un desfile de Victoria’s Secret.