Ahora que ya habíamos terminado de asumir el fatalismo implícito en el principio de que “cada pueblo tiene los políticos que se merece”, la realidad nos propina una nueva vuelta de tuerca al enfrentarnos a la pregunta de a qué designio inescrutable obedece entonces la recua de ’emprendedores’ que nos ha caído en suerte. Quizás […]