Tras desvelarnos doña Letizia, para colmo a través de un libro de entrevistas a Joaquín Sabina, que su diferencia con la princesa Estefanía estriba en que la monegasca se lía con un funambulista, mientras que ella es una fulana muy lista -y aquí haga una pausa el lector para solazarse con la chispa Ortiz Rocasolano-, descubrimos ahora que don Iñaki Urdangarin firmaba sus emails a Palacio como el duque EmPalmado. Urge un nuevo posado para la revista ¡Hola! de la reina con el matrimonio, a poder ser, con doña Sofía estrechando con fuerza la mano de su yerno.
Qué tiempos aquellos en los que los periodistas españoles de la Corte hacían chanzas sobre el “I Wanna Be Your Tampax” que el príncipe Carlos dedicó a Camila Parker y utilizaban la exaltada metáfora para ensalzar el ejemplar comportamiento y saber estar de nuestra monarquía. Ahora, el príncipe Carlos aparece como un enamorado, mientras que el duque de Palma es tan sólo otro rijoso. En cuanto a Marichalar, uno se lo imagina intentando encontrar alguna conexión entre su pene y el título de duque de Lugo que exprese ese grado de excitación que últimamente ya sólo conseguía alcanzar frente a los escaparates de la calle Serrano.
En otras circunstancias, es probable que la mutación del ducado que le otorgó el rey hubiese encontrado la complicidad del propio monarca, muy aquejado también de ese humor chusco y cuartelero que en algún viaje oficial alguien rebautizó como ‘campechano’, pero en los actuales momentos históricos las cosas no están para bromas. El intercambio de emails rubricados al estilo Torrente en el seno del propio Palacio revela el ingente trabajo que durante décadas ha venido desarrollando la prensa de copago para hacer de todo esto algo en apariencia medio serio. En cuanto a la infanta Cristina, yo que ella no me haría muchas ilusiones: el duque EmPalmado sólo lo es cuando lo que se abre ante sus ojos es una nueva fuente de ingresos. O por recurrir a la jerga de moda, que cada palo aguante su vela, siendo el primero Urdangarin y la segunda, doña Cristina.