Si sólo se pudo encarcelar a Al Capone mediante la demostración de que evadía impuestos, la única posibilidad de que encierren a Bárcenas estriba en que le sorprendan en trance de perpetrar alguna minucia de asesinato. Las escabrosas finanzas de los partidos y de la propia Casa Real demuestran que el chantaje es el medio […]