Cuesta calibrar los niveles de tedio que por fuerza tuvo que alcanzar Rajoy durante su último encuentro secreto con Urkullu, un hombre que, por otra parte, siempre parece estar pensando en otras cosas cuando habla. La Moncloa fue testigo del duelo entre dos líderes políticos que rivalizan en hieratismo con las estatuas vivientes de las […]