Cuando se glosa la Transición española, se tiende a obviar o a exagerar el peso de uno de sus grandes actores: esa cosa llamada el pueblo, que efectivamente ejerció un papel de mero acompañamiento limitándose a asentir a todo. Esta pasividad, disfrazada ahora de asertividad, resultó decisiva, pero como se asemeja tanto a la ausencia, […]