JORGE F. MENDIOLA

Supervivientes ha enganchado a la audiencia desde el primer
día. El reality aventurero de Telecinco cosechó un 26,2% de cuota de pantalla
(36,4% en el País Vasco) y la nada desdeñable cifra de 3,9 millones de
espectadores. Esta nueva edición cuenta con la participación, entre otros, de
Pipi Estrada, Carmen Russo y Marta Valverde. En total son trece los náufragos
en la isla caribeña, pero estos tres son los que tienen más pinta de mandones.

Supervivientes arrancó el martes con Marlene Mourreau como
protagonista. La vedette francesa fue nominada y expulsada en la gala de
presentación, y ya está en casa. Eso sí, en estos cuatro días de convivencia
con sus compañeros ha tenido tiempo de sobra para encrespar a muchos de ellos y
enseñar las domingas. Que nunca falten…

Quien más me preocupa es José María Iñigo. Vestido de
Coronel Tapioca y con ese nuevo ¿corte de pelo?, el mito televisivo por
antonomasia parece un pequeño Buda entrado en carnes. O el padre de Ronaldo, si
me apuras. A sus sesenta y muchos, da no se qué verle andar en oscuras y
húmedas grutas o peleándose con los jenjenes, los bichitos que hace un año
masacraron al ‘humphreybogartiano’ Máximo Valverde en los manglares de la
región.

Desde plató, Jesús Vázquez se encarga de coordinar  la comunicación con los concursantes, tarea
nada sencilla por los problemas técnicos derivados de la distancia kilométrica
y la profundidad de la gruta de las nominaciones. El premio es de 200.000 euros
y un todoterreno. Mis favoritos: Pipi y Ángel Herrero, el padre del gran
hermano Pepe. Suerte al resto…