Sobreponerse a la condición de donostiarra es una tarea que exige un esfuerzo renovado cada día. El Ayuntamiento donostiarra, casi otra forma de decir Educando en valores, se suma a esa iniciativa de los grandes almacenes que es el Día de los Enamorados para lanzar una propuesta consistente en que los ciudadanos seleccionen los lugares más románticos de la ciudad. Con la insulina y el ventolín a mano, aquí va una breve lista:

1) El Molinón: desde al menos el gol de Iniesta, se sabe que el fútbol está íntimamente ligado a la reproducción humana. Nada hace pensar que no fuera así también con el gol que hace 29 años marcó Zamora. Si este campo de fútbol está o no en Donostia es algo discutible.

2) El helado de Semana Grande: casi un estado de ánimo. Se empieza probando el cucurucho del otro y una cosa suele llevar a la otra.

3) La cola del WC de cualquier bar: espacio intimista muy dado a generar estados de ánimo propicios para las confidencias en voz baja.

4) El cuartel de Intxaurrondo: tradicional refugio de las parejas (beneméritas).

5) La caja del supermercado: “¿Carné de socio? ¿Tarjeta de puntos? ¿Vale de descuento?” son algunas de las fórmulas más habituales para el inicio de una conversación, generalmente, odiosa. Lo que pasa es que del amor al odio y viceversa sólo hay un paso.

6) Cualquier congreso de Gastronomía.

7) Empleados fumando en la puerta de la empresa: óleo sobre lienzo, en tonos encendidamente románticos, con influencias de ‘La libertad guiando al pueblo’, de Delacroix, y ‘Doctor en Alaska’.

8) El pasadizo de Atotxa: inmortalice su primer beso frente a las cámaras de vigilancia y pida una copia de la grabación en el Consistorio.

* Añada aquí su lugar romántico favorito.