Se necesitaba enviar un mensaje contundente a los mercados y el hijo de Grecia (Sofía de) ha dado un paso al frente al posar en tres fotografías con los uniformes del Ejército de Tierra, de la Armada y del Aire.
Las tres se han difundio a la vez que una cuarta, que
actualiza la imagen del Príncipe, esta vez, en su papel de marido,
posando junto a Letizia. Él, con expresión de “el caso de España no tiene nada
que ver con el de Grecia; lo sé porque la he visto”. Ella, con ese
gesto inequívoco que delata a los periodistas de raza y que interroga al espectador: “¿Cuál
es mi cámara?”
Los ‘juancarlistas’ más desafectos con el rumbo que está tomando la Corona ya han saltado a la palestra para pedir explicaciones por el hecho de que las tres fotografías castrenses comparten el mismo rostro y sólo cambian los cuerpos.
Sin embargo, de confirmarse la sospecha, se trataría del estricto ejercicio de una prebenda constitucional: los miembros de la Familia Real no deben estar necesariamente presentes cuando se les fotografíe. Se trata de una artículo redactado en atención a su apretada agenda.
Además, la triquiñuela se inscribe en una corriente que bebe tanto de la tradición como de la modernidad. Por un lado, los reyes de la baraja comparten rostro, cambiando tan sólo la espada por el basto, según el caso. Por otro, también Paris Hilton sale siempre con el mismo gesto en su cara y qué.
Aceptemos que, en efecto, se ha utilizado la misma cara de Felipe de Borbón para las tres caras. Bien. Pero, ¿y el cuerpo? Porque su parecido con el de Iñaki Urdangarin es innegable. La versión del fotógrafo abre además la puerta a cualquier hipótesis: “Incoherencias cromático-conceptuales que se transmiten entre retratos”. Lo cierto es que para decir obviedades, mejor callar.
Animado por este audaz discurso, no podría finalizar el post sin añadir una última columpiada: la triple imagen con el mismo rostro y distintos cuerpos debería ser entendida como signo y metáfora de esta España que, unida en su diversidad, permanece siempre idéntica a sí misma en una amplia pluralidad de trajes regionales. Dicho lo cual, me saltaré la próxima ronda.