Con el paso del tiempo se va demostrando que aquella estúpida máxima de “procura vivir de tus padres hasta que puedas vivir de tus hijos” no era más que otra formulación de la burbuja inmobiliaria. Su actualización obliga a algunos reajustes: “Procura vivir como tus padres antes de que tuvieran hijos”, quizás sería más exacta.
Cuando los telediarios advierten de que “los jóvenes comienzan a asumir que vivirán peor que sus padres” en el mismo reportaje en el que mencionan, así como de pasada, que estamos ante la juventud mejor preparada de nuestra historia parece que quieren establecer alguna suerte de ligazón entre una cosa y la otra, pero nunca terminan de concretar cuál puede ser.
Está científicamente demostrado que la historia avanza en forma de escobilla de váter, pero la oración original contiene varias trampas, algunas, preñadas de optimismo. De hecho, aunque sólo fuera por cortesía, convendría aguardar a que las vidas de los citados padres se hayan extinguido por completo para hacer balance, dicho sea en recuerdo de las residencias de ancianos, en donde algunos desafortunados llegan a pasar hasta un 20% de su existencia.
Por otro lado, toda esta prosodia apenas esconde una enorme falta de atinar en la descripción de un estado de ánimo, un sentimiento de época, se podría decir, reflejado, por ejemplo, en la idea de que “ésta será la primera generación que morirá mejor que la de sus padres y, por supuesto, mucho más lentamente”.
En realidad, hay que confiar en que haya suerte y que finalmente sean nuestros hijos los que vivan peor que nuestros padres, dejándonos a nosotros la dicha de apurar a ese dinosaurio denominado en su día ‘estado del bienestar’.
Dicho lo cual, jóvenes españoles, podéis estar tranquilos, al menos hasta el fatídico día en el que las agencias de calificación de deuda -convertidas en nuestros nuevos legítimos representantes políticos por incomparecencia de los partidos-, os garanticen que no sólo viviréis peor que vuestros padres, si no también que vuestras madres. No lo olvidéis nunca: sois la degeneración mejor preparada de la Historia de España y eso, sabemos que lo sabéis, es mucho decir.