Prescindiendo de quién lo firma, el eslogan ‘si tú no vas ellos ganan’ cobra un nuevo sentido a la luz del debate electoral que los candidatos a lehendakari protagtonizaron anoche en ETB2. La conclusión permite cerrar la frase al estilo Eurovegas: “y si vas, también ganan ellos”. Seis mayas de origen vasco se reunieron ante las cámaras de la televisión autonómica para explicar su particular visión del apocalipsis en ciernes. El derecho a decidir debería contemplar la opción ‘fin del mundo’ como la más apetecible, siempre con la vista puesta en un futuro prometedor.
Los candidatos dieron lo mejor de sí mismos para que el debate resultara plano y anodino, pero no pudieron evitar los momentos divertidos o incluso hilarantes. Si tuviera que elegir uno, me quedaría con ese Basagoiti empeñado en demostrar que Urkullu oculta una agenda hacia la independencia, esgrimiendo en la mano como prueba irrefutable el propio programa electoral del PNV. El candidato popular planteó el debate en unos términos que, de confirmarse los resultados de las encuestas, le obligarán a admitir el domingo por la nocche que, puestos en una encrucijada, los jubilados vascos prefieren arriesgar sus pensiones a votar al PP. No obstante, consiguió que no se hablara de la gestión de Rajoy, a día de hoy, su principal lastre, por encima incluso de su propia grave incotinencia verbal.
En cuanto a los jeltzales, se saben ganadores de las elecciones, por lo tanto, renuncian a arañar un solo voto más ya que cada vez que abren la boca corren riesgos inasumibles. Siempre nos quedará la duda de si el candidato que anoche ejerció de perfecto espectador en el plató de ETB es el mismo que aparece en los carteles electorales del PNV dado el escaso parecido físico que guardan el uno y el otro. Patxi López pugnó por resultar creíble en el papel de lehendakari dispuesto a repetir, pero terminó entregando la cuchara a Urkullu. Si en la anterior campaña prometió que jamás pactaría con el PP, la lógica apunta ahora a que acabará gobernando con el PNV.
Una lectura optimista del debate llevaría a concluir que los partidos cometen graves errores de casting a la hora de designar a sus candidatos ya que la parrilla disponible no puede ser la mejor que puede confeccionarse en este país. Personalmente, no estoy tan seguro de que esto sea así. En cualquier caso, da igual quien gane porque a tenor de lo prometido por los aspirantes, ninguno de ellos permitirá que un ciudadano vasco quede desprotegido, que el desamparo social se cebe con los más desfavorecidos o que la intemperie amenace a una sola familia. No acertaron a explicar cómo lo harán y cuando lo hicieron no resultaron ni medio creíbles. Los seis mayas coincidieron en que se avecina el apocalipsis, pero no consiguieron consensuar en que consiste éste. El domingo, los electores estamos llamados a las urnas para elgir qué modelo de hundimiento nos seduce más y deberemos acertar a la primera porque no habrá presupuesto para repetir la toma.