Por un dopaje limpio de deporte | El jukebox >

Blogs

Alberto Moyano

El jukebox

Por un dopaje limpio de deporte

Colocados en un mismo plató de televisión Lance Armstrong y Oprah Winfrey, la única posibilidad de que salte la sorpresa en torno a una confesión de dopaje masivo estribaría en que corriera a cargo de la presentadora. Durante años, la audiencia ha contemplado sin parpadear cómo un ex enfermo oncológico se ha impuesto con apabullante autoridad a todo un pelotón de ciclistas profesionales. Uno contempla las claustrofóbicas subidas al Tourmalet, abarrotadas de todo tipo de individuos disfrazados de cualquier cosa, agitando banderas en espasmos eléctricos y pidiendo a gritos lo imposible, y le resulta complicado sustraerse a la tentación de remitirse a la iconografía de Acampada Sol, ese otro gran templo postmoderno de la devoción.

Con su confesión, Armstrong ha sacrificado algunos de los valores que se le atribuían, pero habrá conseguido salvarguardar otros. Hace falta un descomunal tesón y una inigualable constancia para doparse un año tras otro sin saltarse uno solo. Por otra parte, es obvia su enorme capacidad para trabajar en equipo y aunar voluntades en pos de un objetivo común. De hecho, resulta incocebible que todo esto haya podido sostenerse en el tiempo sin la complicidad -voluntaria o inconsciente, interesada o altruista- de organizaciones, organismos, compañeros de pelotón, medios de comunicación y aficionados al deporte del pedaleo.

Armstrong, al menos, ha terminado confesando. Hay otros campeones que pasaron de vestir de amarillo a instalarse en una ‘pájara’ cuyo símbolo ya siempre será una lengua que para su logo hubieran querido los Rolling Stones. El mero enunciado de los hechos, tal y como los vimos en directo por televisión, resulta hilarante: “Un ex paciente de cáncer de testículos con metástasis en el cerebro arrolla en la más dura de las pruebas ciclistas a todo un pelotón en el que abundan los corredores altamente dopados con sustancias de última generación y pertrechados de las mejores técnicas de enmascaramiento”.

Cualquiera está dispuesto a disculpar un engaño, lo que resulta imperdonable es que lo haya perpetrado mediante una historia inverosímil porque te deja retratado como a un mentecato. Lo cual refuerza la teoría de que cada vez que un ídolo se dopa son sus incondicionales admiradores los que más se ‘colocan’.

Temas


enero 2013
MTWTFSS
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031