Buenos días. Es lunes y todo es ETA. Es una sensación relajante porque después de años viendo como subía la marea sospechosa de connivencia con el terrorismo, la imparable extensión de la mancha generaba actitudes precavidas que tensaban la vida cotidiana. Ahora, desde que nos enteramos que también hay víctimas de ETA que no han podido evitar la tentación de simpatizar con ETA, sabemos que cualquier intento de no ser ETA está condenado al fracaso.

La autoría de la doctrina ‘todo es ETA’ se atribuye al ex juez Garzón de forma errónea ya que constituye tan sólo una media verdad. El antiguo titular del Juzgado de Instrucción de la Audiencia Nacional se limitó a añadir la palabra ‘ETA’ al axioma ‘todo es’, en vigor desde los tiempos de la ponencia Oldartzen, que facultaba a cualquiera para creerse ETA y, en consencuencia, determinar quién era un perfecto ‘txakurra’. Así, el país se llenó de ‘txakurras’ igual que ahora se ha llenado de ‘ETA’s’. A excepción de un puñado de escogidos criados y crecidos en la abominable granja de la pureza, cualquier vasco sin especiales atributos ha sido ETA en algún momento de su vida y ‘txakurra’, en otro.

Ahora, de la mano de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) alcanzamos otro estadio e inauguramos una nueva categoría: el primer comando Madrid oriundo del Manzanares. Y como la actualidad siempre es trepidante, acto seguido y sin mayor dilación hacemos cumbre. Con Eduardo Madina -quizás el primero, aunque no el único-, ya es posible ser ‘txakurra’ y ser ETA de forma simultánea. Dado que incluso una víctima de una bomba-lapa de ETA va a ser ETA tras fracasar estrepitosamente en su papel de víctima de ETA, esto significa que el Plan ZEN (Zona Especial Norte) sirve igual para Andalucía. Al fin y al cabo, el sur también existe y los puntos cardinales no dejan de ser un estado de ánimo.

Aquí ya no es necesario poner palos en las ruedas dado que las nuestras siempre son cuadradas. Antes de contratar a cualificados mediadores surafricanos o irlandeses deberíamos preguntarles si en otros procesos de paz también se sospechó que Gerry Adams era de confesión protestante o si alguien en Johanesburgo sostuvo que Nelson Mandela siempre fue en realidad blanco. Y sólo una vez que respondan afirmativamente estarán cualificados para seguir adelante con su trabajo. De lo contrario, deberán asumir la imposibilidad de aplicar viejos esquemas a situaciones inéditas y me temo que la nuestra lo es.

Es lunes y todo es ETA. El suelo ético parece la falla de San Andrés y todo esto va a ser muy largo.