Alberto Moyano
Los responsables políticos se enfrentan habitualmente a dos tipos de reproches: no solucionar los problemas y no cumplir sus promesas. Éstos últimos, mucho más sangrantes y menos defendibles, fueron los protagonistas anoche de ‘La ciudad se mueve’ en Teledonosti.
Representantes de varios barrios donostiarras expusieron una respetable batería de compromisos incumplidos por parte del Ayuntamiento, desde mejoras en el transporte público a problemas de inseguridad ciudadana, pasando por el vertido ilegal de escombros, anque la estrella, sin duda, fue la denuncia por parte del representante de los vecinos de Larratxo, referente a los planes de edificar nuevas viviendas en un terreno cuyos “derechos de construcción están extinguidos” por la saturación que sufre la zona.
El alcalde donostiarra, Odón Elorza, que por lo visto estaba al loro, llamó por teléfono para tratar de puntualizar al vecino de Larratxo y, a base de mano izquierda, neutralizar sus críticas. Otra cosa es que lo consiguiera.
Peor papelón hicieron los grupos de la oposición, cuyos portavoces fueron acusados, quien sabe si injustamente, de tener el Ayuntamiento como segunda actividad profesional, con la consiguiente falta de tensión en el ejercicio de sus tareas municipales. Contra todo pronóstico, todos ellos dieron la callada por respuesta. Y es que seguramente, estarían viendo ‘Mira quién baila’ o algo así.